Caracteristicas de la escultura en el quattrocento
Lorenzo Ghiberti destaca por las puertas del Baptisterio de Florencia, conocidas como las "Puertas del Paraíso". El retrato escultórico se desarrolla como un género importante, buscando capturar la individualidad y el carácter del retratado. El retrato sirve como memoria y representación del individuo.
Su influencia se extiende por toda Italia, marcando el camino para las generaciones futuras. La rivalidad impulsa la búsqueda de nuevas técnicas y estilos. Los relieves muestran la maestría de los escultores en la narración visual. Los encargos importantes se convierten en oportunidades para mostrar el talento y la habilidad de los escultores.
Estas puertas son un compendio de la escultura quattrocentista, con relieves en bronce que narran historias bíblicas. Los bustos y las estatuas se convierten en símbolos de estatus y poder. Leonardo da Vinci fue uno de sus aprendices más destacados.
La escultura del Quattrocento rompe con la rigidez medieval, buscando representar la belleza ideal y el realismo anatómico. Sus obras, a menudo religiosas, son muy populares por su belleza y accesibilidad. El Renacimiento significa un renacimiento del arte clásico.
Las tumbas se convierten en símbolos de poder y prestigio. La escultura se integra con la arquitectura para crear espacios sagrados. La figura del jinete y el caballo se representan con gran realismo y dramatismo. Su estilo es caracterizado por la dulzura y serenidad. Los escultores estudian las obras de la antigüedad para aprender sobre la anatomía, la proporción y la composición.
Sus obras son dinámicas y llenas de energía. Antonio Pollaiuolo se distingue por su estudio de la anatomía y el movimiento. Su obra "David" es un ejemplo de elegancia y refinamiento en la escultura. Los púlpitos decorados con relieves escultóricos son otra forma importante de expresión artística.
Su trabajo es admirado por su belleza y maestría técnica.